El secreto para cumplir tus metas

La mayoría de nosotros, cuando nos sentimos estancados, buscamos tener la motivación para movernos.

Esperamos ese chispazo de creatividad y de energía que nos impulse a generar un gran cambio y eso nos permita darle un giro de 180° a nuestra vida. 

Sin embargo, por más que esperamos y esperamos, ese momento decisivo no llega.

¿Sabes por qué no? Porque la realidad es que las cosas no funcionan así la mayor parte de las veces.

De hecho, muchos de los grandes descubrimientos y creaciones a lo largo de la historia de la humanidad se han dado por accidente (Como los rayos x o la penicilina) por persistencia (como la gran muralla china) o en un momento emocionalmente difícil (la novena sinfonía de Beethoven). No entraremos en debate sobre cada uno de ellos porque esa no es la intención de este texto.

Pero lo que sí quiero decirte es que, cuando no encuentres la inspiración ni la motivación, apégate a la disciplina. 

Comienza dedicando unos minutos de tu tiempo al día para hacer una fracción de aquello que quieres lograr. Ejemplo:

Quieres leer un libro, comienza por una página al día.

Quieres hacer ejercicio, comienza por una rutina corta de calentamiento.

Quieres empezar tu tesis, comienza por buscar 2 artículos sobre tu tema.

Quieres alimentarte mejor, comienza por disminuir un "alimento" chatarra y agregar un alimento sano por día.

Cada semana ve incrementando el número de minutos, de páginas, de intensidad...

No esperes a que todo sea perfecto, o a que todo sea seguro. No esperes no tener miedo.

No esperes a tener ganas. Mucho menos esperes que todo sea rápido. El tiempo de cualquier forma va a pasar. Qué mejor manera de aprovecharlo que haciendo algo que te ayudará a lograr una meta.

No esperes demasiado, o acabarás tu vida esperando algo que tenías que haber ido a buscar.

Utiliza tu creatividad. A veces en medio de la adversidad es cuando se asoma nuestro brillo y donde nacen las grandes ideas, aún escaseando los recursos, e incluso, la salud (créeme, te lo digo porque lo he vivido más de una vez).

Los grandes cambios y los grandes logros no se alcanzan de la noche a la mañana. Se alcanzan a través de pequeñas acciones todos los días, que gracias al ser constantes y persistentes, pueden ir generando resultados favorables.

Y estos pequeños pasos, después de acumularse a través de algún tiempo, te generarán resultados. Y cuando logres ver el camino recorrido y cómo tu esfuerzo y consistencia te llevaron a lograrlo, es entonces cuando se asomará la motivación que tanto buscabas. Porque te habrás dado cuenta de que todo ese empeño y dedicación que le pusiste a tu objetivo, valió la pena y rindió frutos.

Y ese es el secreto para lograr tus metas: no existen fórmulas mágicas. Tienes que intentarlo. E independientemente del resultado, aprende a disfrutar el camino. Ese camino que tú te construiste y que al final será lo que te dará mayor satisfacción y paz.